martes, 17 de junio de 2014

- El planetario -

El Planetario Galileo Galilei está ubicado en la intersección de Avenida General Sarmiento y Belisario Roldán, dentro del Parque Tres de Febrero, en el barrio de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Su cúpula tiene 20 m de diámetro. Sobre ella pueden llegar a reproducirse 8900 estrellas fijas, constelaciones y nebulosas.
Su primera función se realizó en junio de 1967 y en 2011 sufrió una serie de reformas de gran importancia.
La idea de que la Ciudad de Buenos Aires contara con un Planetario comenzó a plantearse en 1958 por iniciativa del Concejal socialista José Luis Pena y del Secretario de Cultura del Municipio Aldo Cocca.
Las obras de construcción del Planetario Galileo Galilei comenzaron, bajo dirección del arquitecto argentino Enrique Jan, de la Dirección General de Arquitectura de la otrora Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (MCBA), en 1962. Los trabajos estuvieron a cargo de la Compañía de Construcciones Civiles S. A., el por entonces intendente Eugenio Schettini lo inauguró el 20 de diciembre de 1966.
La primera función se realizó el 13 de junio de 1967. Del primer espectáculo participaron los alumnos de la Escuela Comercial Nº 1 de Banfield y del Colegio de la Santa Unión de los Sagrados Corazones, de la Capital Federal. El profesor de Geografía y Matemática Antonio Cornejo les mostró en dicha ocasión como estaría el cielo sobre Buenos Aires, la Antártida Argentina y el polo sur esa noche, y la forma de orientarse mirando la Cruz del Sur. La apertura definitiva para el público en general se realizó el 5 de abril de 1968.

El edificio consta de cinco pisos, seis escaleras (una helicoidal) y una sala circular de 20 metros de diámetro.
Su cúpula semiesférica tiene 20 metros de diámetro y está recubierta interiormente con chapas de aluminio, que sirve como pantalla. En el centro está ubicado su corazón: el auténtico planetario.

La semiesfera está montada sobre una red de 5.300 barras de acero interconectadas, planchas de aluminio y madera, vidrios curvos y una base de hierro en forma de U, es decir, seis triángulos equiláteros cuyos vértices dispuestos hacia adentro dan como resultado un círculo.
En el museo del primer piso se expone una roca lunar que trajo a la Tierra la misión Apolo XI para el Planetario. Fue un regalo del ex presidente estadounidense Richard Nixon.

Hasta 2011 se utilizó un proyector planetario Zeiss Mark V de 5 metros de altura y 2,5 toneladas de peso, con unos cien proyectores. Constaba de un armazón cilíndrico con proyectores independientes para la Luna, el Sol y los planetas visibles a simple vista -Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno-, y dos esferas en los extremos que proyectaban las estrellas. Un sistema de proyectores y equipos láser dirigidos a esa cúpula brindaban diversos espectáculos sobre la conformación del universo, con la exhibición de 8.900 estrellas fijas, constelaciones y nebulosas.
En 2011 se realizó una reforma en la Sala del Planetario. La reapertura se llevó a cabo el jueves 15 de diciembre de 2011.

Cambios realizados

Los cambios realizados durante la reforma fueron varios:
  • Se instaló el proyector MEGASTAR II A, que muestra estrellas de hasta una 11° magnitud, lo que serían aproximadamente un millón de estrellas más que los planetarios convencionales. Además, proyecta más de 140 cúmulos y nebulosas y la Vía Láctea puede apreciarse con un realismo nunca antes logrado. El proyector es el primero en el mundo en adoptar lámparas LED, reemplazando las lámparas anteriores de un consumo de electricidad mucho mayor.
  • Los espectáculos ahora tienen imágenes de alta resolución y cuentan con DigitalSky II, que es un sistema de video full-dome de avanzada que cubre la cúpula completa.
  • La reforma también agregó una nueva cúpula externa con iluminación ecológica e intercambió las 360 butacas normales por unas de tipo 4D, que incorporan un control remoto que permite al espectador interactuar durante la proyección. Además el sistema de sonido se actualizó al digital 5.1.
  • El lago que estaba en el parque fue recuperado.
  • Las funciones para ciegos se iniciaron en junio de 2001 y son inéditas en América Latina. Se calcula que hasta 2011 ya más de 2500 no videntes han disfrutado de esta experiencia. Con la colaboración de la Biblioteca Argentina para Ciegos (BAC), se combinan mapas celestes táctiles, gráficos en relieve, un relato grabado, música y efectos sonoros.
  • Un amplio sector de la Sala de Espectáculos posee un aro magnético para amplificar el sonido y facilita la audición (mediante el uso de los audífonos) de los hipoacúsicos.
Ambos tipos de funciones son libres y gratuitas.