Sala principal
La sala principal -una de las mayores del mundo- tiene
32 metros de diámetro, 75 de profundidad y 28 de altura en un entorno de estilo
ecléctico, que combina el neorrenacentismo italiano y el barroco francés, con
una rica decoración en dorado y escarlata. Dividida en siete niveles, tiene
capacidad para 2487 espectadores sentados y alcanza los 3000 si se incluyen los
parados. El escenario tiene 35 metros de profundidad por 34 de ancho y la boca
de escena es una de las más grandes en los teatros con forma de herradura a la
italiana.
La platea está formada por 632 butacas de hierro forjado y madera, tapizadas en pana y dispuestas en veintidós filas, divididas en dos por un corredor central. La amplitud del teatro permite el paso cómodo de espectadores entre las filas, sin molestar al público ya sentado.
Desde la platea se elevan tres niveles de palcos: bajos, balcón y altos. Construidos a la francesa, abiertos y con divisiones bajas, una cortina de brocato de seda color rosa viejo los separa de su antepalco, amueblado con banquetas, espejos y percheros. Los pisos superiores reciben los nombres de cazuela (con espacio de pie tradicionalmente destinado a las damas), tertulia (con espacio de pie para caballeros), galería y paraíso. A las localidades con asiento se suman más de mil quinientos lugares para espectadores de pie, distribuidos en esos cuatro niveles.
Desde las entradas laterales hasta el escenario hay, a derecha e izquierda, sendas filas de cinco palcos "baignoire" o "grillés", construidos bajo el nivel de la platea y cerrados por una reja removible de bronce. Utilizados originalmente por el sector del público que guardaba luto o no quería ser visto, esos recintos -que el arquitecto Meano llamaba "palquitos con reja"- albergan hoy cabinas de grabación de audio y video, así como de retransmisión de los espectáculos por radio o televisión. Estas grabaciones forman parte del archivo del Colón, que contiene buena parte de la memoria viva del teatro, y están ahora disponibles para los melómanos del mundo.
A 28 metros de altura, la sala está coronada por la
cúpula realizada en 1966 por el gran pintor Argentino Raúl Soldi. En sus
palabras:
« […] He
querido hacer de la cúpula un espejo, una memoria de colores que evoque la
magia de este teatro. Al poner las manos en el proyecto, pensé fijar en el
techo todo lo que acontece y aconteció en el escenario. De este modo surgió la
idea de esa ronda en espiral invadida por cincuenta y una figuras, incluyendo
los duendes del Teatro, que logré rescatar escondidos en cada rincón del mismo
[…]».
Los personajes que habitan la obra ilustraron también
el ballet que, sobre las arias y danzas antiguas de Ottorino Respighi, se
representó en la sala el día de la inauguración de la nueva pintura de la
cúpula, el 25 de mayo de 1966.
Entrada
La entrada principal se encuentra sobre la calle Libertad, bajo una marquesina de hierro forjado, y conduce a un gran foyer adornado por columnas con basamento de mármol rojo de Verona, recubiertas de estuco para imitar el mármol botticino y con aplicaciones de estuco dorado.
El hall, de 14 metros por 28, está coronado por un
luminoso vitral en forma de cúpula a 25 m del suelo, realizado por la casa
Gaudin de París. El piso, con diseño de guardas y motivos decorativos, está
cubierto por teselas de gres de forma irregular.
La escalinata de entrada, construida en mármol de
Carrara, está flanqueda por dos cabezas de león talladas en piezas únicas.
Mármoles amarillos y rosados de Siena y Portugal dan distintos matices de color
y textura a la balaustrada. Sucesivas escalinatas, enmarcadas en vitrales de
Gaudin, llevan a los niveles superiores
Restauración
A lo largo de los 106 años transcurridos desde su
inauguración, el edificio ha sufrido deterioros, producto de la falta de
mantenimiento e inversión, y el desgaste propio de sus materiales y la acción
de agentes externos como la contaminación, la lluvia, la humedad y el paso del
tiempo.
Entre 2007 y 2010 se realizaron obras de reparación
conservativa en todo el edificio. La obra estuvo a cargo del Ministerio de
Desarrollo Urbano de la ciudad de Buenos Aires.
El 24 de mayo de 2010, como parte de las celebraciones
por el Bicentenario de Argentina, tuvo lugar la reapertura del teatro con un
espectáculo de animaciones tridimensionales. El evento contó con la presencia
de artistas y políticos y se presentó La Bohème.